Carta a mi mamá

" Las madres sostienen las manos de sus hijos por un momento pero sus corazónes para siempre"

Anónimo

Querida "mom", este verano fué uno de mis mejores veranos en muchos aspectos . Que afortunada me siento de haber podido pasar tiempo contígo, 3 semanas que para ser honesta esperé con ansias desde el día en que compre mi boleto de avión . Es increíble que rapidísimo pasaron esos 21 días.

Primero que nada , tengo que empezar por darle las gracias a Dios por haberme permitído tener una mamá como tú. Dice una leyenda que los niños antes de nacer son angeles en el cielo esperando una mamá que en su preciso momento Dios les permite a ellos mismos escoger.  Vaya que no me equivoqué en mi elección, mejor mamá no pude haber elegido!

Mi segundo agradecimiento va obviamente para tí, por ser la persona que eres, no solo conmigo y con mis hermanos, sino con todas las personas  que te rodean. Muchas de las cosas que un hijo aprende en su vida las aprende del comportamiento de sus padres y te lo digo por experiencia, este aprendizaje continua por el resto de la vida de esa persona. Yo todavía  aprendo de tí .... muchas gracias!

Gracias también por tu paciencia,  tu entendimiento,  tu sabiduría y hasta tus a veces mal infundadas preocupaciónes que al final solo me recuerdan que tú estas siempre presente, aún en la distancia.

Gracias por la forma tan digna con la que aceptas las diferentes etapas de tú vida, tomada siempre de la mano de Dios. Pero sobre todo gracias por el infinito amor que nos tienes, no solo a tus hijos y nietos. sino ahora tambien a tus bisnietos.

Y no podría seguir escribiendo estas líneas sin pedirte perdón por todos los dramas y problemas que en algún momento de mi vida ocacioné, tenlo por seguro de que núnca fueron ocacionados con el propósito de provocarte un dolor de cabeza o una preocupación, sino más bien por mí inmadurez. Pero estas lecciones a parte de  enseñarme las consecuencias de mis actos , me enseñaban tu comportamiento en los momentos de tormenta, como si la vida misma me estuviera entrenando para mi futuro trabajo de mamá.  Como bien decías siempre...  " algún día estarás en mis zapatos".

Ahora se que el trabajo de una madre núnca termína y que  no importa la edad que los hijos  tengan ya que de alguna forma u otra los padres siempre estaremos presentes en sus vidas.  Que razón tienes en todo lo que dices, ahora entiendo tantas cosas, ahora que  "ya estoy en tus zapatos".

Y poco a poco ahora mis hijos heredaran todos esos conocimientos que en su momento me heredaste tú a mí. Que responsabilidad tan más grande! ese pequeño detalle olvidaste mensionar.

Tú me conoces muy bien , y sabes que soy persona de pocas palabras, pero no puedo terminar esta carta sin decirte la mucho que te quiero, lo tanto que te admiro y lo importante que es para mí pasar "tus zapatos"  a la siguiente generación , exactamente de la misma forma en que yo los recibí.